En relación a la actividad musical, a veces un nihilismo pesimista me invade. Ni el nihilismo, ni el pesimismo, ni la ironía me interesan, son una mierda. La música bien hecha vale por sí misma. Vale hacerla. Solo, con otros músicos. Con público, sin público. Con llegada, sin llegada. Vamos a creer en la excelencia. La excelencia es hacer las cosas excepcionalmente bien, con el interés mero de hacer las cosas maravillosamente. Y luego, que pase lo que pase. :: AHORA QUE TENGO QUE ESTUDIAR (Y SER!) EL VIOLINISTA EN EL TEJADO MÁS QUE NIHILISMO ESTOY LUCHANDO CONTRA LA VAGANCIA, Y ENCONTRANDO LA SINTONÍA CON EL ESFUERZO. YOU FUCKING LAZY! estoy frente a un momento de crecimiento, ya encontrando mucho de lo que busqué, y además a punto de tener mi estudio nuevo (el depto nuevo para la familia!!!) y a propósito de El Violinista tuve que descubrir la manera de optimizar mi tiempo y surgen las clases colectivas... a ganar mi dinero y a la vez tener mi tiempo para crear,